Una de las grandes novedades del año pasado fue la presencia en Gran Canaria de esta especie. Procedente del norte de África, se observa en la península ibérica a partir de 1980 donde se expande con rapidez, y en Canarias la primera noticia de ella es en la isla de Fuerteventura.
La orthetrum trinacria es una especie grande y esbelta, puede alcanzar los 67 mm, siendo muy característico su fino y alargado abdomen. La coloración de los machos es principalmente azulada, aunque varían según su estado de madurez, la cabeza en los ejemplares adultos presentan unos ojos azul oscuro muy bonitos que contrastan con el morro más claro y agrisado. El tórax no presenta manchas o dibujos que se puedan destacar, su coloración es azul grisácea, normalmente recubierto de pruina. Los primeros segmentos del abdomen son más anchos y abultados, en especial en las hembras, el resto de segmentos son más estrechos y alargados; su coloración es oscura siendo en los ejemplares más maduros casi negro. Seguidamente una foto.
Las hembras de esta especie en general presentan una coloración amarillenta, y sus ojos tienen un color azul mucho más claro, con tonalidades celestes o turquesas. En el abdomen muestran unas bandas o manchas negras alargadas, especialmente en los últimos segmentos. Estamos hablando de detalles de la especie en general, de los ejemplares que se pueden observar en la península y otras zonas, pero algunas de estas características no coinciden con las observadas hasta la fecha en los ejemplares observados en Gran Canaria, donde aunque en los especímenes jóvenes se acercan bastante a esta descripción no así en las hembras más adultas, donde las tonalidades amarillas desaparecen casi completamente o quedan cubiertas de pruina. En las hembras jóvenes observadas en Gran Canaria, la coloración amarilla es mucho más clara y no llega al amarillo más intenso incluso a tonos verdosos que adquieren los ejemplares en otros lugares. Siguiente foto hembra joven.
Siguiente imagen, hembra más madura, su coloración se vuelve más azulada y parecida a la de los machos. Es cuestión de tiempo de seguir observando a esta especie en la isla y de comprobar si esta característica se mantiene o se trata sólo de hembras androcromas.
Esta especie es una gran cazadora, superando en efectividad a otras especies de mayor tamaño como la anax imperator, no es difícil ver ejemplares comiéndose a otras especies de libélulas así como cualquier otro insecto volador.
La cópula no es muy prolongada, tras la cual se separan y la hembra se dirige al agua para hacer la puesta en solitario vigilada de cerca por el macho que permanece dando vueltas en vuelo, muy similar a como lo hace la orthetrum chrysostigma. La hembra coloca los huevos en pleno vuelo, dando pequeños golpes con el abdomen en el agua y con cada uno de ellos deposita los huevos directamente sobre ella.
Antonio E. Tetares Ventura